El jueves 29 de junio a las 21.30, con la dirección de Cristina Idiarte y la actuación de integrantes de La Morisqueta, se estrena “A por la tercera” en la sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura.
La obra tiene como guía el libro de Guillermo Diéguez, un texto dramático histórico sobre la guerra civil española.
Cuenta la historia de un grupo de cuatro ex milicianos retirados, que se encuentran en la última etapa de su vida. Ellos están en un albergue y reciben la noticia que esperaron durante cuarenta años: la muerte del dictador Francisco Franco.
Este hecho los motiva a activar nuevamente sus ideales políticos, la utopía de una España libre, nueva y distinta. A pesar de los años que pasaron, ellos no dejaron que sus ideas mueran y con el final del régimen franquista, las reivindican ancladas en algo nuevo, pensando en un mejor futuro para las personas aunque están en el ocaso de sus vidas y no van a lograr ver esas ideas concretadas.
Son seis personajes los que están en escena, cuatro ex milicianos que viven dentro de un albergue en Madrid, la administradora del albergue y la que limpia el lugar.
El personaje más fuerte es Joaquin, fue un líder durante de la guerra civil española y actualmente sufre muchas enfermedades. Pocas Leches es el amigo fiel de Joaquin. El Francés es el intelectual, tiene la capacidad de organizar cosas rápidamente. Y Tony es el personaje más emotivo del grupo. Inés administra el albergue, ella tiene un pasado interesante con los personajes y Jesusa es la chica que cuida y limpia el lugar.
Para conocer algunos detalles de la esencia de “A por la tercera”, charlamos con el asistente de dirección de la puesta, Jorge Rueda, quien nos sacó todas las dudas al respecto.
¿Además de la historia de cuatro ex milicianos qué puede esperar el público de la puesta?
“A por la tercera” es un drama histórico per se, la obra se divide en seis actos fuertes. La idea es impactar en varias líneas, visualmente, en la parte escenográfica, en la parte sonora, en la parte audiovisual, y en la parte actoral. La idea es atacar todos los flancos, contando un drama histórico.
¿Cómo fue el proceso de llevar este texto de Guillermo Diéguez a escena, teniendo en cuenta también que España y Argentina tienen distintas idiosincrasias?
Hay cosas que no cambian a pesar de las fronteras. Guillermo nos presentó la propuesta y para poder realizarla primer analizamos muy bien el texto y la profundidad del tema. Hacer por hacer no es una de las máximas de La Morisqueta, y analizamos si iba a impactar de manera positiva en la sociedad y no como un tema idílico, utópico, sino con un tema real, frío, cruel, como son las guerras.
A partir del momento en el que decimos que sí haríamos la obra, empezaron las reuniones tanto con Guillermo como con sus contactos y nuestros contactos en España.
¿Cuáles son los puntos en común?
Si bien España es un país de primer mundo no está ajeno a lo que vivimos todos: las diferencias políticas. Los argentinos vivimos bajo un mismo cielo, bajo una misma bandera y entre nosotros tenemos diferencias y esas diferencias en España se vivieron muy cruelmente, tanto así que fue la antesala a la segunda guerra mundial y, obviamente, quisimos visualizar eso: que ellos no están ajenos a la realidad que podemos vivir todos en América Latina.
¿Se puede establecer alguna relación entre el argumento de la obra y el contexto político actual?
Es un tema que todos los países latinoamericanos viven, el de luchar por un futuro mejor. Suena feo el término, pero somos el pedazo de mundo que tiene que remar más fuerte. Y lo remamos a partir de ideales de máximas y manteniéndolos vivos.
Totalmente aplica para ahora, aplica para el futuro, aplica para un pasado, y aplica no solamente para la Argentina, sino para todos los países que hemos vivido guerras internas y hemos luchado por una independencia y por un futuro en libertad, en democracia.
TEXTO: LUCIANA CASSINA